Cuando intercedemos por cualquiera, estamos presentando sus necesidades delante Altísimo y clamando por su intervención divina. El Espíritu Santo nos ayuda en este proceso al iluminar nuestras mentes, fortalecer nuestros corazones y guiarnos en cómo orar efectivamente.La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se tur